El deseo de todo propietario de cualquier negocio de hostelería es llenarlo de clientes
Para lograrlo la mejor opción es pensar en alguna estrategia, tanto para dar a conocer nuestro negocio a los posibles nuevos clientes, como fidelizar a los que tenemos con el propósito de retenerlos transformándolos en clientes habituales, en esos clientes que vuelven una y otra vez, satisfechos con lo que les ofrecemos.
Fidelizar es fundamental, le da una estabilidad a la empresa que le permite seguir creciendo
Por esa razón, la mejor manera de fidelizar a los clientes es ofrecerles una especie de premio o regalo por habernos elegido tantas veces.
Ese pequeño detalle será suficiente para acercarse al cliente y que esa persona regrese creándose una relación perfecta entre el consumidor y la empresa.
Vasos grabados
Para lograrlo no se puede premiar con cualquier cosa, con algo que se pueda estropear con facilidad y no estar a la altura de lo que se persigue.
Para esos detalles una buena opción son los vasos grabados, totalmente personalizados con fechas, marcas, nombres, logos, fotos..., en definitiva, con todo lo que se nos ocurra.
Con el grabado, un vaso totalmente normal, se transforma en algo con estilo, novedoso, un objeto que captará la atención de todo el que lo mire.
El procedimiento es sencillo: elegimos el vaso, seleccionamos si queremos la grabación con tinta en serigrafía o en láser -si lo que queremos grabar es alguna imagen tenemos la opción de subir nuestro propio archivo-, elegimos el color de la tinta y, por último, el texto que hayamos elegido.
Por un módico precio puedes pedir una muestra, de esa manera comprobaremos de primera mano, la gran calidad del cristal de los vasos y el trabajo bien hecho.
El éxito de la empresa está asegurado
Un poco de historia
El grabado en cristal es una técnica muy antigua, en principio, se utilizó para tapar las imperfecciones que pudiera tener cualquier objeto de vidrio.
Cuando el cristal empezó a utilizarse en las clases altas de la sociedad, comenzó la fabricación de verdaderas obras de arte, piezas exclusivas solo al alcance de unos pocos.
Esas primeras piezas de cristal grabado se elaboraban con la ayuda de un torno. Las técnicas de grabado podían ser: grabado con rueda de diamante, con rueda de cobre o con rueda de piedra.